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Artesanía cubana con rostro de mujer

13 - 05 - 2018 POR :    Sheyla Valladares  
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Cinco artesanas de diversas manifestaciones compartieron detalles sobre su trayectoria creativa con el público reunido en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba el pasado 5 de mayo. Las creadoras fueron invitadas por la Dirección nacional de Artesanía del Fondo Cubano de Bienes Culturales, como parte de las actividades colaterales organizadas por la Feria Arte para Mamá.

 

El encuentro, que estuvo conducido por Rosalía Arnáez, permitió conocer elementos interesantes del crecimiento creativo de Yadira Baeza, Annia Ferrer, Elia Marta, Xenia Fernández y Maité Duménigo. 

 

Durante el intercambio Yadira Baeza confesó que creció en el taller donde su padre creaba carteras, lámparas, cuyo material fundamental es el cuero. Ella y su hermano se involucraron en las diversas tareas hasta que asumieron por completo la labor artesanal, como parte de la herencia de su familia.

 

Por su parte, Annia Ferrer, artesana de la manifestación textil, destacó el alto nivel de instrucción de los artesanos cubanos, muchos de los cuales son graduados universitarios. Valoró que esto permite elevar la calidad del producto artesanal que se ofrece a las familias cubanas, el cual es resultado de la tradición y de los elementos innovadores que se incorporan, a partir de la búsqueda creativa de cada artesano.

 

Desde Trinidad, llegó Elia Rosa, una de las destacadas artesanas que en esta ciudad mantiene vivo el deshilado. Comentó que esta labor la aprendió gracias a su abuela y a su madre, por lo que ella se ha encargado de trasmitirla a las demás mujeres de su familia para que este legado no se pierda.

 

Igualmente, agradeció a la Revolución cubana la posibilidad de crecer como ser humano y profesional, ya que ha podido dedicarse a lo que le gusta y de esta forma contribuir a la preservación de las tradiciones manuales en nuestro país.

 

En el caso, de Xenia, quien también se dedica a la creación de vestuario, fundamentalmente femenino, recordó sus inicios como diseñadora a partir de la creación del Fondo Cubano de Bienes Culturales. En este sentido, destacó los tejidos y recursos que se utilizaban en aquellos tiempos, donde se quería romper con los cánones foráneos en lo referente a la moda.

 

Cerró el conversatorio Maité Duménigo, quien se declara diseñadora y aprendiz de orfebre, pues se ha iniciado con muy buen paso y en alianza con investigadores de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey en Matanzas y la Fundación Caguayo, en la elaboración de bisutería y orfebrería en la que se emplea el capullo de seda producida en el país.  

 

Defendió el valor de la artesanía como legado cultural, como discurso que autentifica una cultura, una identidad. Además, resaltó el acompañamiento que ofrece el FCBC a la labor artesanal del país, fortaleza con la que no cuentan artesanos de otras naciones, que en cambio viven de la artesanía de sobrevivencia y ven como expolian los recursos naturales de sus países sin poder hacer nada. 

 

Para cerrar Mercy Correa, Directora de Artesanía del FCBC, subrayó que a través de estas cuatro décadas se ha visto el crecimiento de las manifestaciones artísticas a partir del respaldo de la empresa estatal a los artesanos. Ello ha permitido que la artesanía se diversifique y entre en contacto directo con el público cubano, su objetivo natural. 



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