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En Arte para Mamá, señorean los muebles

17 - 05 - 2017 POR :    Martha Ivis Sánchez Ortiz  
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Los hay de variados estilos, creadores, funcionalidades, materiales; pero, sin duda, al entrar al Pabellón C del recinto expositivo Pabexpo, que por estos días acoge la XIII Feria Nacional de Artesanía Arte para Mamá, el viajante ha de detenerse minuto a minuto a observar los disímiles muebles que se exhiben allí, traídos de las distintas provincias del país, fundamentalmente ubicados en los stands institucionales del Fondo Cubano de Bienes Culturales.

 

Los muebles de mimbre que propone la filial de Las Tunas, con tipologías que transitan desde las mesas de comedor de pequeño formato, las banquetas, y hasta los sillones mullidos por los cojines que los complementan, han llamado la atención de los curiosos, por el esmerado trabajado de tejido, tan cuidadosamente logrado sin renunciar al confort.

 

Desde Villa Clara, los juegos de muebles para terrazas y patios, que cada vez con mayor fuerza se instalan en los espacios cubanos, confluyen presentando mecedoras, juegos de butacas y mesas de terrazas, acompañados por luminarias de similar factura.

 

La Tienda del Mueble, de La Habana, a pesar de ser un espacio conocido por los capitalinos, no permanece ajena a los ojos de quienes llegan. Las butacas trenzadas, tantas veces reconocidas, comadritas, banquetas, juegos de comedor, conforman una oferta que puede satisfacer gustos rigurosos por sus condiciones estéticas, los materiales utilizados, y el acabado de calidad.

 

De las alternativas individuales, sin duda Almacenes Mata, regresa atrayente y singular. Sus baúles, que ya distinguen sus producciones, son motivo de interés. Las butacas, sofás, cómodas, mesas de pequeño formato, completan este imaginario que ya se ha establecido dentro del ámbito artesanal cubano.

 

Contrastante, y muy próximo en cuanto a espacio, llega el stand de los Chapuserios, con opciones novedosas, frescas, sugerentes, pensadas a partir de la recuperación de descartes de la naturaleza y el hombre, como un mecanismo para encontrar belleza en aquello que, en otras circunstancias, simplemente se pasaría de largo.

 

Otros stands quedan por ver; los ojos saltan de un lado a otro. Pero esa experiencia visual, solo se percibe en su total magnitud cuando se visita “Arte para Mamá”.



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